Prepararse para una oposición es una carrera de fondo, un maratón, que implica el seguimiento de unas rutinas y un plan de trabajo bien definido si se quiere conseguir el resultado deseado. Como toda prueba de resistencia, “una oposición requiere de un trabajo disciplinado y una fortaleza mental que nos ayude a estar preparados a superar momentos de frustración” opina Ángeles Esteban nuestra Psicóloga en Oposita2.
Es importante señalar que “no existe un plan estándar válido para cada opositor”. Desde Oposita2, el equipo de psicólogos, trabaja desde la premisa de que, lo primero, es conocer el punto de partida desde el que se sale. Conocer las cualidades de cada uno, el trabajo de base que ya pueden haber realizado, su situación laboral, su situación familiar, etc; porque todas estos factores afectarán en la capacidad de avance y en la escala de prioridades que cada opositor tiene. “Los niveles de ansiedad de un opositor afectan a sus resultados y, ésta, se ve directamente afectada por la incertidumbre económica de la unidad familiar”.
Una oposición, al igual, que un maratón requiere, por tanto de un Plan de Preparación Personal, hecho a medida, que defina cuál es el objetivo final: concurrir a la oposición, aprobar, obtener una plaza… Con este objetivo final en mente, definido por una fecha de consecución del objetivo, trae consigo la consecución de pequeños hitos y logros que vayan ayudando a mantener la motivación durante este largo proceso de preparación y entrenamiento, que nos prepara para el día D.
Al igual que en la preparación de un maratón una oposición requiere de un trabajo psicológico.
Siete cualidades psicológicas que un opositor debe poseer y que comparte con un maratoniano
- Enfoque: el opositor debe permanecer concentrado en su objetivo y evitar distracciones que le alejen de su consecución. No se trata de rechazar las distracciones o de evitarlas, sino de saber enfrentarlas y tener la capacidad de ir superándolas.
- Fortaleza emocional: entendida como la capacidad de mantener la calma y la concentración ante los cambios que puedan irse produciendo durante la preparación como un cambio legislativo, la no publicación de la fecha de examen en las fechas del calendario habituales… O cambios en las circunstancias personales del opositor que pueden bloquearle mentalmente y despertar el deseo de arrojar la toalla.
- Anticipación: hay que tener previstos la aparición de contratiempos y tener, de antemano, preparada una solución para darles respuesta. Dentro de todo plan de preparación hay que tener siempre un plan B, un plan C, un plan D que ayude al opositor a superar las contingencias.
- Visión: al iniciar el entrenamiento para una oposición el objetivo suele quedar muy lejano. Puede desconocerse el número de plazas a concurso y, ni siquiera, conocerse una fecha aproximada para su realización. Sin embargo, hay que saber construir una imagen visual clara del objetivo que se desea alcanzar y mantenerlo en mente, siempre, con un final feliz a pesar de las dificultades que puedan aparecer.
- Mente abierta: el opositor debe aprender y estar preparado para introducir cambios, mejoras y adaptaciones en su proceso de preparación. Un plan de preparación es similar al de un maratón en que podemos ir introduciendo pequeñas variaciones para no caer en el aburrimiento o testear si, con otras técnicas, el avance se consolida y se puede acelerar.
- Confianza: el opositor debe creer ante todo en sí mismo, en que su mente le sabrá responder en todas las etapas de preparación. Se trata de confiar en uno mismo, en las propias capacidades y en el plan que está llevando a cabo. Hay que establecer relaciones de confianza con los preparadores, con la familia, con la pareja y con el círculo de amigos que nos ayude y aliente para continuar adelante.
- Resilencia: un opositor debe estar preparado para sortear los obstáculos y problemas que se te presenten. Un opositor debe ser fuerte mentalmente, aceptar errores y aprender de ellos para, en la mayor brevedad posible, estar preparados para conseguir un nuevo objetivo.
Todos nosotros poseemos en alguna medida estas cualidades, se trata de ponerlas en práctica y perder el miedo a hacer uso de estas cualidades, porque el primer paso para aprobar una oposición, como para terminar un maratón, está en la creencia de que sé es capaz de hacerlo.
Ignacio Bellido
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